Acerca de nosotros

Nuestra historia

Vale la pena recordar nuestra historia! Hace aproximadamente 8 años atrás, comenzó todo. Nuestros hijos estudiaban sus carreras universitarias en ese tiempo. Habíamos decidido que se dedicaran solo a estudiar. Pensábamos que si aceptaban compromisos de trabajo formal, podían desviarse de sus objetivos académicos. Sin embargo, creíamos que debían tener alguna experiencia donde pudieran aprender algunas cosas. Por ejemplo, que aprendieran a emprender. Queríamos que supieran que si un trabajo «seguro» dejaba de serlo, habían alternativas. También debían aprender a exponerse al público y a manejar el dinero.

De esa forma nació la idea de vender algunas cosas usadas, en su mayoría, en una especie de bazar. El local había sido un almacén de provisiones de su bisabuelo, ubicado en el centro de nuestro pueblo. Ahora, su abuelo era el propietario del lugar y se los prestaba para el bazar universitario.

Qué les cuento! Abuelos, tíos y nosotros fuimos los primeros en aportarles toda clase de artículos. Su inventario inicial eran cosas para decorar el hogar, utencilios de cocina, juguetes y libros. Luego, añadieron ropa.

Qué pasó después?

Muy rápido, los tres universitarios se ganaron la simpatía de la gente que comenzó a llegar a descubrir tesoros y comprarles cada viernes solo de 9:00 de la mañana a 1:00 de la tarde..

El inventario se hizo más variado. La clientela les pedía que abrieran todos los días. Pero eso era imposible. Ellos estudiaban y yo, que los ayudaba, tenía mi negocio que atender de lunes a jueves.

Al pasar el tiempo, los muchachos se graduaron y consiguieron empleo. Solo quedaba nuestra hija menor que estudiaba una carrera bastante larga y complicada. Así que ellos ya no seguían en el bazar. Entonces, solo se abría los sábados de 9:30 de la mañana a 12:00 del mediodía. En esas cortas horas, llegaban los miembros del «club».

Nos esforzábamos bastante pero se pasaba bien. Conocimos a tantas personas de nuestro pueblito. Atendíamos personas muy variadas. Venía gente muy sencilla que agradecía los precios tan bajos en ropa y zapatos de muy buena calidad. Pero también llegaban los compradores profesionales. Esos que tienen un ojo para encontrar verdaderos tesoros. Son compradores pulidos. Saben de marcas, de telas, de calidad, de cuánto valen realmente las cosas que teníamos a la venta. Y lo mejor…se llevaban cantidades! No puedo olvidar a una clienta que luego de pagarnos $5.00 por una blusa, me dijo que había pagado $100. por la misma en una tienda exclusiva! También recuerdo otra clienta que iba a actividades de clubes de cierto nivel social vistiendo ropa que nos había comprado. Se lucía y recibía muchos halagos, a los cuales respondía «lo compré en la boutique de una amiga». Son muchísimas las anécdotas que recordaremos!

Con nuestra mercanía la gente decoró sus casas para la Navidad y nos enseñaban las fotos. Algunas novias se vistieron para sus bodas. Unos cargaron sus pertenencias en maletas que nos compraron para ir de viaje. Otras lucieron de punta en blanco en los cruceros por el Caribe. Caritas de niños se iluminaron con juguetes y libros. Pero también dimos bastante. Dábamos al que llegaba buscando para realizar labor social de su iglesia. También le echábamos una pieza de más al que compraba tímidamente y entendíammos la razón. Dimos sonrisas, abrazos, conversaciones, amor fraternal y hasta oraciones por alguna situación que les aquejara.

La verdad es que fue una experiencia de intercambio. Recibimos mucho y dimos mucho. Ya nuestros muchachos no necesitan esto. Pero nos dieron la idea de continuar, ahora por Internet. La tecnología nos brinda la facilidad de servir de esta nueva forma. Y creemos que esta nueva etapa traerá muchas oportunidades. Te saludamos y esperamos contar contigo como parte de este nuevo «club», ahora online.

Desde dónde te servimos

Servimos desde Puerto Rico, USA. La más pequeña en extensión de las Antillas Mayores. Llamada Isla del Encanto o La Isla del Cordero, aludiendo al cordero en nuestro escudo que simboliza a Jesucristo. Desde aquí, con la hospitalidad y alegría que nos caracteriza a los puertorriqueñios, nos ponemos a tu disposición.

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